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by DAVE
El hombre reacciona de acuerdo a sus preconceptos, lo que quiere decir que vive en una gigantesca confusión, va de un fragmento a otro, por eso la felicidad es fugaz, por eso vuelve a sufrir una y otra vez. Este pobre hombre depende de cada acto, nunca de la totalidad, a la que ni siquiera sospecha, por eso sólo ama a Elena, si lo ama y odia al resto del mundo porque cree que se interpone entre Elena y él. El hombre que tiene la cabeza dividida cree que pierde con Italia y que gana con Brasil, no quiere entender que es parte del universo, es decir, importante y eterno, por eso se siente un ser miserable, una pequeña cosa en un oscuro rincón del mundo, que llama San José, Tres arroyos, Tulancingo, Pasto, Cadaqués, Creta o Mc Allen, y por estar fragmentado sólo crea división tras división, es decir conflicto tras conflicto, dolor tras dolor, fracaso tras fracaso, desdichas que afectan a todo su existir.