Sí sale bien cambiará mi vida
si lo digo ahora no lo callaré jamás
pero no sé cómo decirlo
ni siquiera sé por qué vine
me llamo facundo cabral y
a veces
como ustedes
tengo miedo y tengo frío
tengo rabia o estoy asombrado
como ahora
que veo cómo se divierten los ricos
dónde estaba el dinero que nunca vi
ahora que sé lo que comen
(aunque no sepa qué es)
tal vez podría contarles por ejemplo
que mientras vuestros abuelos mataban indios
los nuestros les hacían las mansiones
las sillas y las mesas
o pedían justicia
inocentemente
porque la justicia tiene precio
como vuestras mujeres
y ustedes tienen el dinero para comprar a ambas
no sé si me recuerdan:
yo les vendía los periódicos donde brillaban
las hijas que entregaban a los ingleses
con quienes se dividían el país
yo les lustraba las botas de cabalgar con los militares
(al fin y al cabo son parientes
porque en toda familia rica
hay un primo militar
por las dudas)
desde la vereda de enfrente
los veíamos festejar las navidades
cambiarse apellidos y provincias
decidir nuestros sueldos y nuestra jubilación
debo reconocer que no me gustaba
que se llevaran lo que hacíamos nosotros
pero se podía aguantar
(después de todo
aguantar era lo tradicional
en nuestra clase)
lo que me resultó insoportable
fue que Manuela
cansada de la pobreza
seducida por el lujo
se fuera con uno de ustedes
aunque debo reconocer que para bien
porque lucía mucho más hermosa
con su cara maquillada y sus joyas
dentro del mercedes benz
con el que pasaba veloz e indiferente
frente a nosotros
entonces me cansé y dije:
debo excitar a mi gente
para que termine con los privilegios
de unos pocos que
de ninguna manera
son el país
ni siquiera en la ropa que usan
ni en la música que escuchan
leí mucho para convencer mucho
pero se me fue la mano
porque mi gente
sin altura para entenderme
y sin valor para seguirme
no me escuchó
solo me escucharon ustedes que
al tener acceso a los libros
tenían curiosidades parecidas a las mías
es decir que cambié de vereda
(tal vez para no quedarme solo)
para ser inconscientemente traidor
a los antiguos compañeros que por la ventana
ahora me ven como uno de ustedes
solo me queda robar comida para ellos
y alguna de vuestras perfumadas mujeres para mí
F.C.
habla cabral