DIEGO

Siempre quise ser el hombre invisible pero, es obvio, nunca lo conseguí; tal vez por eso comencé a crear, porque el fantástico mundo de la invención me daba la posibilidad de irme en otros que, al final, me acercaron al que verdaderamente debía ser, es decir que, inventando, me fui pareciendo cada día más a mí mismo.
El yomismo es fantástico y cómodo de desarrollar, porque depende de uno mismo; lo incómodo y cruel es depender de los demás.

0 Responses